domingo, 14 de septiembre de 2025

De postre, fruta.

Estamos terminado de comer. Andamos liados con el postre que, en mi casa, casi siempre es fruta; hoy melón, en tajadas que, invariablemente, corto yo. Por mantener alguna conversación se me ocurre hablar sobre lo que tengo entre manos, o sea frutas: las clásicas, de siempre, y otras de más moderno consumo. En fin, sobre mis preferencias en el tema.
Establezco mi orden de prelación comenzando por la sandia y el melón, a partes iguales, no sólo movido porque ahora lo esté consumiendo al ser precisamente verano, además de ser las frutas que mejor identifico con esta estación, sino porque de verdad me gustan y mucho. Ese el principal argumento para situarlas en lo más alto del podio, ¿o puede haber otro?
Luego vienen las clásicas, sin un orden muy estudiado, la verdad. Las coloco todas en el mismo cajón y las voy nombrando conforme me vienen: naranja, pera, manzana, plátano, melocotón, y alguna más. Ni siquiera me acordé de la fresa, que en su temporada la consumo, pero sin exceso. De algunas de ellas me viene el recuerdo juvenil de su recolección y del primer dinero que llevé a casa.
Ella me interrumpe y me recuerda la piña, pero enseguida la corrijo porque esa fruta, que sí se come en esta casa, la voy a incluir con esas otras con las que me trato poco, frutas de origen tropical, y que antes denominé de moderno consumo: kiwi, chirimoya, mango, papaya, aguacate y alguna más.
A esta altura de la conversación, el medio melón adquirido a primera hora de la mañana está a dos o tres tajadas de llegar a su final. Y es cuando me acuerdo de una de las clásicas que no he mencionado: la ciruela, en sus distintas variantes. Si miras Wikipedia te sorprenderá encontrar ocho o diez variedades; y hasta diecisiete más que, por su similitud, se podrían denominar también ciruelas. Amplio mundo el de las ciruelas.
Pero por más que leo no encuentro ninguna nombrada de “San Antonio”, que así era como llamábamos (¿o eran de San José?) a las que daba, evidentemente, un ciruelo que se encontraba al pie de la carretera del Badén del Zújar a Entrerríos, y al que de vez en cuando, y si era su tiempo, acudíamos Manolo y yo a comernos tres o cuatro o las que dieran lugar, las comíamos y vuelta a casa.

Posdata curiosa:
Busco en la red algún dato sobre las ciruelas San Antonio, y lo poco que encuentro está relacionado con un de los caseríos, llamado Las Ciruelas, que en 1915 conformaron administrativamente lo que hoy es San Antonio de Alajuela, distrito de Alajuela, cantón 1º de la provincia de Alajuela, Costa Rica.
Ya sé que el dato no lleva a ninguna parte, que estábamos hablando de frutas no de la división administrativa de Costa Rica. Y es que los caminos de internet son inescrutables.